Aquel día de octubre llegaste a mí y te aferraste a mi
cuello. Decidiste que tus días a mi lado serían eternos y que nos amaríamos por
siempre. Sin embargo, la muerte no distingue entre almas cándidas y almas pérfidas,
merecedoras del ocaso. Te llevó antes a ti. A mí me dejó con el cuchillo
manchado de sangre en las manos.
¡Qué gran final, Sara! Logras dar un giro totalmente inesperado para el lector.
ResponderEliminarEres grande!
Besos.
GENIAL!!!!!
ResponderEliminarBesos admirados, Sara
Hola, Don Vito. Gracias por la invitación. Ha sido gratificante pasar por tu blog y disfrutar de tus bellos poemas. Un saludo.
ResponderEliminarMJ. Yo también me sorprendí cuando escribí el final. Un beso.
Gracias, querida Patricia. Un abrazo.
Sara, tus relatos no dejan de sorprenderme. Muy bueno el final. Un beso.
ResponderEliminarSara, aparte de que ya te he dicho que me ha gustado mucho, no te he dicho que me encanta tu forma de pintar. Cada día más sugerente si cabe que el anterior!
ResponderEliminarAbrazos!!
Gracias, Mar. Otro beso para ti.
ResponderEliminarHola, Sucede. Me alegra que repares también en el dibujo. Con las ilustraciones suelo dejarme llevar por lo que me sugiere el texto de una manera más intuitiva, por eso salen tan distintos. Gracias por tu comentario también en el facebook. Un abrazo.
Uff, menos mal. Gran micro (y no es un juego de palabras)
ResponderEliminarMe gusta mucho esta ilustración, dice mucho. Y el micro con un buen cierre, de impacto.
ResponderEliminarBesitos
Dices: la muerte no distingue entre almas cándidas y almas pérfidas.
ResponderEliminarParece ser que el amor tampoco, alguien elegió mal a alguien.
Una buena oportunidad perdida pero es que las almas pérfidas a veces son tontas, muy tontas.
Gran micro Sara. Con una pirueta final digna de los grandes. Un abrazo.
ResponderEliminarDesgraciadamente o por fortuna, el amor no hace distinciones y tampoco la muerte que, antes o después, a todos nos lleva.
ResponderEliminarGracias Amando, Elysa, Luisa y Francisco por vuestros amables comentarios.
Abrazos.
Menudo regreso!!!! Una historia tajante y cortante!!
ResponderEliminarSuave comienzo para un gran sobresalto final. Sentimientos encontrados de dos formas de querer.
ResponderEliminarBlogsaludos
Me gusta micro y dibujo, además me alegra estar con Sucede, el dibujo es la leche, si lo miras con detenimiento ves la historia entre sus líneas...
ResponderEliminarUn abrazo!
Buena ilustración para un buen micro, Sara. Empieza uno a creer que ese "aferrarse al cuello" es por puro amor apasionado, y luego sorprende la cuchillada porque descubres un caso de maltrato. Precisamente se comentó estos días un caso real en la prensa, y comprobamos que en la vida real también nos sorprende un caso en que ella no es la víctima; o mejor dicho, que por el hecho de serlo, haya llegado a tal situación extrema de tener valor para matar.
ResponderEliminarHola Montse. Hay historias así, que siempre están al filo y al final, cortan.
ResponderEliminarAdivín. Hay muchas formas diferentes de querer. Y no todas son realmente amor.
Gracias, Juanlu. El dibujo es un conjunto de pequeños detalles y símbolos, que, como dices, hay que leer entre líneas.
Hola, Luis. El micro puede leerse para ambos sexos. Por eso no me extraña tu interpretación. Situaciones de agresividad, de dependencia, de posesividad pueden darse en todo tipo de parejas o relaciones familiares.
Gracias por vuestros comentarios. Abrazos.