¿De verdad me dejas llevarme para casa esta ilustración tan preciosa?. Pues gracias, porque cada vez son más buenas. Creo que febrero tiene fechas que 'casi' compartimos por muy próximas. ¿El tuyo fue ayer, no?. Un tirón de orejas. Y creo que, también por estas fechas, el cumple de algunos amigos comunes... Un abrazo y besos
Había sido pintada en la roca y a ella estaba confinada, aunque a diferencia de las otras pinturas podía moverse con acotada libertad. Si bien le era posible deslizarse por el exterior de la gran montaña, prefería la seguridad de la caverna al resguardo del agua y del sol que podrían desteñirla hasta hacerla desaparecer.
Durante los muchos siglos en que esa familia habitó la cueva jamás se sintió sola. Fue testigo de nacimientos y muertes, de alegrías y tristezas, divirtió a los niños mientras resultó prudente hacerlo. Por suerte, cuando mayores olvidaban que la pintura tenía vida y sólo les llamaba la atención que la “lagartija púrpura” parecía cambiar de lugar.
Esos tiempos de tranquilidad y familia quedaron en el recuerdo. Desde que la nueva Ruta 477 atraviesa la montaña, su vida se ha convertido en un verdadero infierno.
Hola Luis: ¿Tú también cumples en febrero? ¡Qué bien! Yo le dejé a Elina un mensaje de felicitación en el facebook, compartimos el mismo día. ¡Me encantará leer un poema tuyo junto a una de mis ilustraciones! Un abrazo,
Yashira: Gracias por tu cuento, es precioso. Ya lo he publicado en mi sección "Instantáneas de la irrealidad". Un abrazo.
Pablo: Sabes que me encantan tus cuentos, siempre originales e impecables. Un abrazo.
MJ: Sí, se parece. Estos dibujos forman parte de una pintura mayor, en tela, que aquí os voy presentando en "trocitos". Seguro se te ocurre otro cuento tan bueno como el del bebé dragón. Pero tampoco tengas prisa jaja. Un fuerte abrazo.
Hola Sara, vengo a visitarte. Te he conocído a través de Pablo y tiene toda la razón, tus ilustraciones son fantásticas, me gustan muchísimo. Yo en el lateral de mi blog suelo poner cosas de los demás, en homenaje al talento de todos aquellos que visito. Voy a pensar en una ilustracion tuya, le busco un buen texto y te aviso cuando lo tenga pensado. Te parece??? Besos mil.
Mar: Yo creo que esta salamandra va detrás de la suerte, persiguiéndola, sin ver que le llueve del cielo e incluso forma parte de su camino, (las bolitas rojas). Vamos, se me acaba de ocurrir con tu comentario :) Un abrazo.
Hola Manu: Oí que las meten en una caja... con lo felices que son sueltas en el jardín. Un abrazo.
Hola Metamorfosis: Me parece genial. Y me acabo de unir al Club. Me encanta vuestra propuesta. Abrazos.
¿De verdad me dejas llevarme para casa esta ilustración tan preciosa?. Pues gracias, porque cada vez son más buenas.
ResponderEliminarCreo que febrero tiene fechas que 'casi' compartimos por muy próximas. ¿El tuyo fue ayer, no?. Un tirón de orejas. Y creo que, también por estas fechas, el cumple de algunos amigos comunes...
Un abrazo y besos
Hola Sara, me encantan tus ilustraciones, pero como soy novata no se hacerte llegar el pequeño relato que hice para la tuya. Saludos...
ResponderEliminarhttp://captulosdeunavida.blogspot.com/2012/02/el-abandono.html
Sólo darte las gracias por compartirlas con todos.
Había sido pintada en la roca y a ella estaba confinada, aunque a diferencia de las otras pinturas podía moverse con acotada libertad. Si bien le era posible deslizarse por el exterior de la gran montaña, prefería la seguridad de la caverna al resguardo del agua y del sol que podrían desteñirla hasta hacerla desaparecer.
ResponderEliminarDurante los muchos siglos en que esa familia habitó la cueva jamás se sintió sola. Fue testigo de nacimientos y muertes, de alegrías y tristezas, divirtió a los niños mientras resultó prudente hacerlo. Por suerte, cuando mayores olvidaban que la pintura tenía vida y sólo les llamaba la atención que la “lagartija púrpura” parecía cambiar de lugar.
Esos tiempos de tranquilidad y familia quedaron en el recuerdo. Desde que la nueva Ruta 477 atraviesa la montaña, su vida se ha convertido en un verdadero infierno.
¿Se parece mucho a mi bebé dragón o sólo me lo parece a mí?
ResponderEliminarUna monada, Sara :-)
Besotes.
Hola Luis: ¿Tú también cumples en febrero? ¡Qué bien! Yo le dejé a Elina un mensaje de felicitación en el facebook, compartimos el mismo día.
ResponderEliminar¡Me encantará leer un poema tuyo junto a una de mis ilustraciones!
Un abrazo,
Yashira: Gracias por tu cuento, es precioso. Ya lo he publicado en mi sección "Instantáneas de la irrealidad". Un abrazo.
Pablo: Sabes que me encantan tus cuentos, siempre originales e impecables. Un abrazo.
MJ: Sí, se parece. Estos dibujos forman parte de una pintura mayor, en tela, que aquí os voy presentando en "trocitos".
Seguro se te ocurre otro cuento tan bueno como el del bebé dragón. Pero tampoco tengas prisa jaja.
Un fuerte abrazo.
Parece una salamandra de la suerte. Con la falta que me hace. Preciosa la ilustración de hoy. Un beso.
ResponderEliminarUn ilustración preciosa, parece las lagartijas-mascota de Formentera. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Sara, vengo a visitarte. Te he conocído a través de Pablo y tiene toda la razón, tus ilustraciones son fantásticas, me gustan muchísimo. Yo en el lateral de mi blog suelo poner cosas de los demás, en homenaje al talento de todos aquellos que visito. Voy a pensar en una ilustracion tuya, le busco un buen texto y te aviso cuando lo tenga pensado. Te parece???
ResponderEliminarBesos mil.
Mar: Yo creo que esta salamandra va detrás de la suerte, persiguiéndola, sin ver que le llueve del cielo e incluso forma parte de su camino, (las bolitas rojas). Vamos, se me acaba de ocurrir con tu comentario :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Manu: Oí que las meten en una caja... con lo felices que son sueltas en el jardín.
Un abrazo.
Hola Metamorfosis: Me parece genial. Y me acabo de unir al Club. Me encanta vuestra propuesta.
Abrazos.