Hace pocos días leí un dato aterrador: de los bebés que están internados, los lindos tienen mayores posibilidades de sobrevivir porque el personal de enfermería les presta mayor atención. Así que no me extraña que a tu personaje, por feo antes que por malo, le pongan el mote de diablo.
Sí que es aterrador lo que comentas. Y a veces la apariencia exterior de una persona puede condicionar la idea que nos hacemos de su carácter. Un beso, Patricia.
Las apariencia, el físico. Estamos en la era de la imagen, con sus pros y sus contras (yo creo que más "contras" que "pros").
Lo que me gusta es tu ilustración... Me ha parecido Don Quijote alado, luego he descubierto otro rostro en el pecho, sonriéndome burlón... Creo que sí es el diablo, o algien con mucho poder: que es y no es, que está y no está.
Jajaja. Se ha quedado un rosa muy ñoño para un diablo, ¿no? Aunque el original era en rojo fuerte, parece que el scaner lo ha elegido así. Un abrazo, Miguelángel.
Sí, no dejamos llevar por las apariencias, y ni el diablo es tan malo ni los ángeles tan perfectos. Siempre me gustan tus ilustraciones, pero esta es un gran trabajo, cada vez que la miro encuentro más detalles, muy inspiradora.
Las apariencias engañan, eso dicen, y es por algo.
ResponderEliminarYo personalmente no veo que sea malo, y menos como el demonio, hasta que lo demuestre.
Es distinto lo que creemos que somos, de lo que somos en realidad.
EliminarUn abrazo, Luisa.
Hace pocos días leí un dato aterrador: de los bebés que están internados, los lindos tienen mayores posibilidades de sobrevivir porque el personal de enfermería les presta mayor atención.
ResponderEliminarAsí que no me extraña que a tu personaje, por feo antes que por malo, le pongan el mote de diablo.
Abrazos, Sara!
Sí que es aterrador lo que comentas. Y a veces la apariencia exterior de una persona puede condicionar la idea que nos hacemos de su carácter.
EliminarUn beso, Patricia.
Las apariencia, el físico. Estamos en la era de la imagen, con sus pros y sus contras (yo creo que más "contras" que "pros").
ResponderEliminarLo que me gusta es tu ilustración... Me ha parecido Don Quijote alado, luego he descubierto otro rostro en el pecho, sonriéndome burlón... Creo que sí es el diablo, o algien con mucho poder: que es y no es, que está y no está.
Un beso, Sara.
Me encanta eso de "Don Quijote alado" porque le va de maravillas. Concuerdo con tus impresiones del dibujo.
EliminarGracias Petra por tu comentario. Besos.
Una descripción escrita y dibujada con magnifica delicadeza...Ay, las apariencias...
ResponderEliminarBesicos
Las apariencias que tanto seducen, que hacen a las personas capaces de vender su alma...
EliminarBesos, Cabopá.
Todos escondemos un diablo dentro, pero preferimos ver el ajeno.
ResponderEliminarBien lo has dicho, Cybrghost.
EliminarUn abrazo.
Qué dibujo tan precioso, Sara. Con ese rosa tan divino no creo que fuera muy malo... Me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja. Se ha quedado un rosa muy ñoño para un diablo, ¿no? Aunque el original era en rojo fuerte, parece que el scaner lo ha elegido así.
EliminarUn abrazo, Miguelángel.
Tetas y cadera,forman una cara que se parece al padre de dali .seria el hijodeldiablo.
ResponderEliminarEsa cara "escondida" en su cuerpo es verdad que parece muy "Dalí".
EliminarUn saludo, menteinvisible.
Sí, no dejamos llevar por las apariencias, y ni el diablo es tan malo ni los ángeles tan perfectos. Siempre me gustan tus ilustraciones, pero esta es un gran trabajo, cada vez que la miro encuentro más detalles, muy inspiradora.
ResponderEliminarBesitos
Las apariencias engañan. Eso digo yo a todo el mundo, y no lo digo por ser bajito, narigudo y feote :))
ResponderEliminarUn besote aparente