repito lo dicho allí: Cuento para mayores. A mi la clave la da el título. Muy bien narrado ese transitar por la incertidumbre. El monstruo que parecía acompañar a la senderista para mi representa una idea, una concepción, una renuncia a una creencia. Al final, resulta que agarrándose a ese monstruo se salva. Puede representar el sentir de un creyente ante el monstruo del ateismo o a la inversa, o cualquier otra cosa. Fruta madura en la madurez. Buen trabajo. Sara.
Y yo te repito lo que te contesté allí: Interesante lectura, Ximens. Es, efectivamente, un cuento para mayores. Para mí la madurez no significa no tener ya dudas ni incertidumbres, sino saber aceptarlas, aprender de ellas, trascenderlas... Un abrazo.
Sin duda, un relato original que mantiene la tensión todo el tiempo y acaba dejándote buen sabor de boca. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Fran por leerme.
EliminarUn abrazo.
repito lo dicho allí:
ResponderEliminarCuento para mayores. A mi la clave la da el título. Muy bien narrado ese transitar por la incertidumbre. El monstruo que parecía acompañar a la senderista para mi representa una idea, una concepción, una renuncia a una creencia. Al final, resulta que agarrándose a ese monstruo se salva. Puede representar el sentir de un creyente ante el monstruo del ateismo o a la inversa, o cualquier otra cosa. Fruta madura en la madurez. Buen trabajo. Sara.
Y yo te repito lo que te contesté allí:
EliminarInteresante lectura, Ximens. Es, efectivamente, un cuento para mayores. Para mí la madurez no significa no tener ya dudas ni incertidumbres, sino saber aceptarlas, aprender de ellas, trascenderlas...
Un abrazo.
Y gracias por pasarte por ambos sitios :-)
El monstruo sigue creciendo.
ResponderEliminarAbrazos maduros.
Si nos descuidamos, el monstruo nos doblará en tamaño. Será mejor tenerlo de amigo :-)
EliminarUn abrazo, Sergio. Y gracias por la visita.
Durante todo el relato, hasta el final, pensé que el monstruo eran sus miedos. Al final me sembraste la duda.
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