Hacia allí voy, Sara.Un abrazo,
Gracias por pasarte a leer, Pedro.Un abrazo.
De allí vengo, de leer la historia de un extraterrestre que se nos hace cercano en su propia distancia, en su tristeza, su abandono, su soledad.Un micro con estrella, Sara.Besos.
¿Quién no se ha sentido alguna vez como un extraterrestre en este mundo? Gracias Petra por ambos comentarios.Un abrazo.
Unos van y otros vienes. Soy de las que viajo hacia tus letras, no sin antes regalarte un besito.Beso.
Gracias por ese besito, y por la visita.Otro para ti, Laura.
Leído y comentado allá.
Allí estuve, Sara. Veo que tú no dejas pasar ni un mes. Ahí, difruta, compa, disfruta, que yo me alegro.Un abrazo.
¡Muy bueno!Me encantó ese final, inesperado (por lo menos, para mí).Un gusto leerte.Saludos...
Muy buena tu historia Sara y ese final... la redondea.Un abrazo.
Vengo de leerlo.Me ha gustado.
Voy
Gracias por dejar tus comentarios.
Hacia allí voy, Sara.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias por pasarte a leer, Pedro.
EliminarUn abrazo.
De allí vengo, de leer la historia de un extraterrestre que se nos hace cercano en su propia distancia, en su tristeza, su abandono, su soledad.
ResponderEliminarUn micro con estrella, Sara.
Besos.
¿Quién no se ha sentido alguna vez como un extraterrestre en este mundo? Gracias Petra por ambos comentarios.
EliminarUn abrazo.
Unos van y otros vienes. Soy de las que viajo hacia tus letras, no sin antes regalarte un besito.
ResponderEliminarBeso.
Gracias por ese besito, y por la visita.
EliminarOtro para ti, Laura.
Leído y comentado allá.
ResponderEliminarAllí estuve, Sara. Veo que tú no dejas pasar ni un mes. Ahí, difruta, compa, disfruta, que yo me alegro.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Muy bueno!
ResponderEliminarMe encantó ese final, inesperado (por lo menos, para mí).
Un gusto leerte.
Saludos...
Muy buena tu historia Sara y ese final... la redondea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vengo de leerlo.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Voy
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