Regreso al mar a que recoja mis lágrimas y me las devuelva con cada
nueva ola que acaricie mi cuerpo. El embrujo se ha acabado. Desaparezco en las
profundidades del océano hasta que el canto de amor de un marinero me despierte,
y comience otra vez el hechizo.
Muy poético, preciosas palabras alrededor de las míticas y misteriosas sirenas.
ResponderEliminarLa ilustración preciosa.
Fuerte abrazo.
Gracias, Yolanda.
EliminarUn abrazo.
Ooooh! Precioso todo. La ilustración... divina.
ResponderEliminarMe alegra que te guste, Nuria.
EliminarGracias por la visita.
Un abrazo.
esta bien ver alguna vez el otro lado de la historia.
ResponderEliminarSiempre hay que tener una mirada abierta hacia todas las versiones de la historia.
EliminarUn saludo.
Muy bello, Sara.
ResponderEliminarSaludos...