El globo azul sueña que
desciende sobre un valle plagado de cardos y despierta justo cuando está a
punto de estallar. Al advertir que aún flota en el aire se siente tan feliz que
comienza a bailar, juguetón, al ritmo del viento. Intenta ascender más, pero no
puede: un niño lo sujeta del hilo. Forcejea hasta que se suelta. Ya es libre de
remontar hasta el sol. Disfruta durante horas vagando por el cielo hasta que,
de repente, la brisa se detiene y un valle agreste acoge su fatal caída. Se
sumerge entonces en el vacuo sueño de la nada. Tras pasar allí largo tiempo, se
despierta. Y no sabe si está en el paraíso o es que los globos también
reencarnan. Nota cómo se expande y se hincha. Una bella joven le insufla vida a través de sus labios.
Foto del globo azul pasando delante de mi terraza.
Me escapé de la mano de Edi, y ahora, tras haber volando hasta la estratosfera, guardo en mi interior, entre el helio y sus risas, la inmensa sonrisa que dibujó su cara tras dibujar mi faz con un rotulador.
ResponderEliminarUn abrazo azul como el globo, el cielo y mis deseos
Tan bonito como el relato de Sara.
EliminarBonitas vosotras. Sois un sol.
EliminarAbrazos.
¡Qué bien que el soplo de vida venga de los labios de una joven bella!
ResponderEliminarHa sido un vuelo precioso.
Un beso
Gracias Ana. Es la historia que me contó el globo azul cuando pasó cerca de casa. Dice que no le asusta pincharse con el césped, tiene esperanza de "reencarnar" otra vez.
EliminarBesos.
Reconozco que me he perdido con ese globo.
ResponderEliminarEs fácil perderse en viajes como éstos.
EliminarUn abrazo, Cybrghost.
Preciosa la frase final. Me gusta el mapa que crea ese globo que vaga por el cielo.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Susana. También para el globo la visa es un sueño ¿o no?
EliminarUn beso.
Querida Sara:
ResponderEliminarAl paso del tiempo añadimos la precipitación con la que lo vivimos; por eso añoramos la juventud, el único momento de nuestra existencia en que ambas cosas eran posibles...
Un abrazo fuerte.
Volver a nacer, volver a sentirse vivo, fuerte, joven... mejor disfrutarlo bien ahora, Amigo mortal, ya que no estamos seguros de que esto se repetirá.
EliminarOtro abrazo fuerte para ti.
Me encantó ese cambio de percepción, y que le hayas dado vida (y sentimientos...) a un objeto inanimado. El final es fantástico.
ResponderEliminar¡Saludos!