viernes, 18 de enero de 2013

El globo

El globo azul sueña que desciende sobre un valle plagado de cardos y despierta justo cuando está a punto de estallar. Al advertir que aún flota en el aire se siente tan feliz que comienza a bailar, juguetón, al ritmo del viento. Intenta ascender más, pero no puede: un niño lo sujeta del hilo. Forcejea hasta que se suelta. Ya es libre de remontar hasta el sol. Disfruta durante horas vagando por el cielo hasta que, de repente, la brisa se detiene y un valle agreste acoge su fatal caída. Se sumerge entonces en el vacuo sueño de la nada. Tras pasar allí largo tiempo, se despierta. Y no sabe si está en el paraíso o es que los globos también reencarnan. Nota cómo se expande y se hincha. Una bella joven le insufla vida a través de sus labios. 


 Foto del globo azul pasando delante de mi terraza.


12 comentarios:

  1. Me escapé de la mano de Edi, y ahora, tras haber volando hasta la estratosfera, guardo en mi interior, entre el helio y sus risas, la inmensa sonrisa que dibujó su cara tras dibujar mi faz con un rotulador.

    Un abrazo azul como el globo, el cielo y mis deseos

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué bien que el soplo de vida venga de los labios de una joven bella!
    Ha sido un vuelo precioso.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ana. Es la historia que me contó el globo azul cuando pasó cerca de casa. Dice que no le asusta pincharse con el césped, tiene esperanza de "reencarnar" otra vez.

      Besos.

      Eliminar
  3. Reconozco que me he perdido con ese globo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es fácil perderse en viajes como éstos.
      Un abrazo, Cybrghost.

      Eliminar
  4. Preciosa la frase final. Me gusta el mapa que crea ese globo que vaga por el cielo.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Susana. También para el globo la visa es un sueño ¿o no?
      Un beso.

      Eliminar
  5. Querida Sara:

    Al paso del tiempo añadimos la precipitación con la que lo vivimos; por eso añoramos la juventud, el único momento de nuestra existencia en que ambas cosas eran posibles...

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Volver a nacer, volver a sentirse vivo, fuerte, joven... mejor disfrutarlo bien ahora, Amigo mortal, ya que no estamos seguros de que esto se repetirá.

      Otro abrazo fuerte para ti.

      Eliminar
  6. Me encantó ese cambio de percepción, y que le hayas dado vida (y sentimientos...) a un objeto inanimado. El final es fantástico.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tus comentarios.