viernes, 22 de febrero de 2013

Para siempre

Desde la habitación de su hermanita se podía ver el sol. La suya, en cambio tenía las ventanas tabicadas y en esa oscuridad debía esperar a que acabase el día. Entonces sus padres le abrían la puerta y lo alimentaban. Después él los observaba cenar: sus semblantes pálidos recobraban lentamente el color y la fuerza. Era en ese momento cuando comenzaban a reñir. Su padre le reprochaba a su madre haber llamado a aquel vampiro: “Le ha robado a nuestro hijo la luz” le decía. Ella, observando la habitación dolorosamente vacía de su pequeña, le refutaba: “No, le ha regalado la eternidad”.


34 comentarios:

  1. Qué eternidad más dura Sara, y qué original es tu cuento.

    Un abrazo

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    1. Es un cuento tipo peli de terror. De los que no ganan concursos jaja, pero que a veces apetece escribir.
      Un abrazo, Paloma.

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  2. MAgnífico, Sara. Muy tenebroso pero al final, la vida es eso: elegir.

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    1. Elegir, qué difícil. Y ese amor de madre que raya la locura...
      Un abrazo.

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  3. Un micro fuera de lo común, muy original, como dice Paloma. Da para muchas interpretaciones...
    Besos

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    1. El micro surgió pensando en lo contrario a la frase de inicio (en la habitación de su hermanita se podía ver el sol, en la suya no...) y de ahí se escribió solo. Y ya ves, salí bastante negro, como el dibujo :-)
      Un abrazo.

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  4. Sara, me ha gustado el enfoque. Y las ilustraciones ayudan a las palabras. Un abrazo

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  5. La idea de "robarle a alguien la luz" me parece además de una genialidad, algo cruel, muy cruel. Perfecto micro acorde con tus ilustraciones siempre acertadas. Enhorabuena. Yo te hubiera subido a los altares junto con esa Paloma que ya vuela tan alto.

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    1. La luz es la vida, es esa chispa cálida, el rayo de sol que nos atraviesa. Lo demás, como dices, es algo cruel. Una dura elección la de esa madre.
      Yo ya no me hago ilusiones con el Rec, aunque es un buen ejercicio de escritura cada semana.
      Un abrazo.

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  6. Un micro de contrarios: luz, oscuridad; vida, muerte; eternidad, caducidad,... Que se mezclan y confunden. Muy bien ligado todo. Me gustó mucho Sara.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Miguel. Es verdad que aquí las dualidades se entremezclan.
      Un saludo.

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  7. Estoy de acuerdo con Miguel, justo yo, iba a escribir los contrastes entre luz y oscuridad, etc, etc... pero lo que más me gusta es ese ladrón de luz que has introducido en la historia, justo cuando creía efectivamente, que la escena era bastante truculenta o ibas a lanzarte por otros derroteros más espinosos.

    Un beso Sara ¡buena historia!.

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    1. Quería que el tema espinoso recayese un poco en alguien ajeno a la familia.
      Ahora que me doy cuenta, creo que es el primer micro que escribo con tantos personajes en la historia. Cinco en cien palabras...
      Gracias, Laura.
      Un abrazo.

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  8. El eterno dilema del vampirismo en forma de drama familiar. Muy original.

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  9. Bien lo has dicho, un eterno dilema que da para muchas historias.
    Un abrazo.

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  10. Uyyyyyy que vampiresco está hoy tu espacio. Muy bueno, hasta el matrimonio de vampiros se hacen reproechyes, como la vida misma. Me ha gustado.
    Besicos muchos.

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  11. "la habitación dolorosamente vacía de su pequeña"... Esta es la única duda que tengo ¿Qué ha pasado con la hermanita? La niña no era vampira, pero era su hermana. No es una familia de vampiros discutiendo, ¿verdad?. Hay algo más en el relato que no sale a la luz ni en los comentarios... La eternidad que nos ofreces es una eternidad dolorosa.

    Un beso, Sara.

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  12. La clave está en que los padres no son vampiros, sino que la madre ha llamado a uno para que "le regale la eternidad" a su hijo, quizás para no tener que perderlo como a su pequeña (de ahí lo de la habitación dolorosamente vacía". Quizás no lo he dejado bastante claro, ya que algunos lo entendéis así y otros no.
    Gracias, Petra.
    Un abrazo.

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  13. Quizás se pueda clarificar esa frase, no sé. Pero me ha parecido muy bueno y muy alucinante. Un gran micro, el que más me ha gustado últimamente (y mira que leo micros madre mía...). Un abrazo, Sara!

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  14. Los cuentos de terror son tan antiguos como el odio. Frente a la impresión momentánea, aunque imprevisible en sus consecuencias, que suelen producir estos, tu cuento, por certero que es, no sólo desencadena una impresión duradera y nada difusa, lo cual la hace incalculable, pues de lo que se trata en realidad no es contar una historia que pueda causar miedo en un momento dado, sino de procurar la conmoción en el lector y, de paso, el debilitamiento de su olvido.
    Muy habílmente juegas con la conciencia, que linda por dentro con la oscuridad y, por fuera, con la luminosidad procedente de la eternidad, del reino de lo desconocido...

    Un abrazo fuerte.

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    1. Lo terrorífico a veces radica en la empatía que nos genera una historia, lo difícil que nos resulta juzgar a los demás (está mal, está bien) cuando nos hace pensar qué haríamos nosotros si estuviésemos en esa situación.
      Un abrazo, Amigo mortal.

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  15. Nunca podrás sumar lo que te quiero.
    Un beso, Sara.

    Tu amigo, fiel.

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  16. No ganarán concursos pero sí nuestro desasosiego.
    Enhorabuena.
    Un abrazo.

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    1. Eso sí, tienes razón. Aunque a veces hay desasosiego también en los ganadores, no suele haber en ellos un componente fantástico.
      Gracias por la visita CDG. Un abrazo.

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  17. Muy original y muy bien dosificada la información. Me encanta cómo se va desvelando la historia: cómo se va haciendo la luz en la mente del lector, nunca mejor dicho ;)
    Enhorabuena :)

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    1. Difícil dosificar la información y que sea entendible por todos.
      Gracias Rosita por venir a visitarme.
      Un abrazo.

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  18. Es cruel la vida a la que se le ha sometido a ese niño, pero cómo podemos saber de qué seríamos capaces si perdiéramos un hijo. Cuántos sentimientos y qué contradictorios en tan pocas letras.
    Un beso

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  19. ¡Qué buen micro! El cierre del mismo nos deja pensando en múltiples alternativas, todas ideales, todas oscuras, sobre lo que pasó antes y lo que pasará después. Excelente...
    ¡Saludos!

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