El texto referido es realmente dulce. Cariñoso y sincero hasta la médula de los huesos largos.
Tu ilustración sugiere papel absorbente cual nube donde fijarse. Lo encuentro acorde, inocente y limpio, donde el azul lame los ojos para evitar los olvidos.
La sensibilidad del texto del Cirujano, queda plasmada en tu trabajo Sara, y como le he dicho a él: creo que habéis bailado al unísono en perfecta concordancia de ideas. Dos obras que ahora son una sola. Felicidades.
Siempre voy tarde pero llego. Me encantó tu ilustración Sara, y lo repito y lo mantengo, me encanta, es de lo más tierno que he visto tuyo (considerando que hace poco que te visito).¡ Felicidades!
Esa nube mullida y familiar...me encanta.
ResponderEliminar:-)
Es una nube hogareña y cálida. Un guiño a esa cotidianidad que parece tan truncada en el relato, pero que se debe retomar, porque es ley de vida.
EliminarGracias, Paloma. Un abrazo.
Que preciosura Sara, me encantan esas nubes de papel cocina.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Usé los papeles que tenía a mano :-)
EliminarUn abrazo, Rosa.
El texto referido es realmente dulce. Cariñoso y sincero hasta la médula de los huesos largos.
ResponderEliminarTu ilustración sugiere papel absorbente cual nube donde fijarse. Lo encuentro acorde, inocente y limpio, donde el azul lame los ojos para evitar los olvidos.
Un abrazo.
La sensibilidad del texto del Cirujano, queda plasmada en tu trabajo Sara, y como le he dicho a él: creo que habéis bailado al unísono en perfecta concordancia de ideas. Dos obras que ahora son una sola. Felicidades.
ResponderEliminarSiempre voy tarde pero llego.
ResponderEliminarMe encantó tu ilustración Sara, y lo repito y lo mantengo, me encanta, es de lo más tierno que he visto tuyo (considerando que hace poco que te visito).¡ Felicidades!