Dicen que todo comenzó como un
mero divertimiento. Los dioses ansiaban contemplar, desde sus elevados palcos,
a los animales pisándose las colas en el estadio, y a los hombres pisándose sus
egos. Para ello convocaron torneos de lo más variopintos: futbolistas
disputando la pelota a esquivos canguros saltarines; focas y esquimales jugando
al waterpolo; gigantes contra monos encestando cocos...
Sin embargo, poco tardaron las
ociosas deidades en aburrirse. Necesitaban más acción. Incapaces de matar el
tiempo sin verter sangre, convirtieron el juego en una competición a muerte.
Acomodados en sus confortables
colchones de nubes, los supremos espectadores observaron la masacre hasta que
el último equipo pereció de agotamiento. Entonces, al comprobar que abajo ya no
quedaba nada, buscaron otra distracción. Así fue como los dioses comenzaron a
luchar entre ellos.
La ilustración es obra de Juan Luis López
del blog Dibujando sueños
Tu relato es como pegarle la vuelta al calcetín de la mitología, empieza por el final para ir al origen. Me gustó.
ResponderEliminarSe empiece por abajo o por arriba, sin duda la consecuencia es la destrucción...
EliminarUn abrazo, Miguelángel.
Pues mira no está mal que dejen de fastidiar y empiecen a "darse" entre ellos.
ResponderEliminarY que se olviden de nosotros, y nosotros de ellos :-)
EliminarUn abrazo, Luisa.
:) un placer infinito estar aquí, ya lo sabes.
ResponderEliminarDioses, reyes, políticos, a ver si terminan sus peleas....
Un besazo!
Muchas gracias, Juanlu, por ponerle luz y color al cuento. Un abrazo.
EliminarMenudo combate celestial... Buen micro, Sara; acompañado de las ingeniosas ilustraciones de Juan Luis, un artista del pincel.
ResponderEliminarAbrazos de azul mar desde mi "Barco de papel".
Gracias, Ángeles. Juanlu siempre sabe darle vida a los textos.
EliminarUn abrazo.
El tedio es la pobreza del rico y de los dioses.
ResponderEliminarBuena definición, Amigo mortal. Es verdad, ese tedio que genera pobreza de espíritu, esnobismo... y que a veces degenera en crueldad.
EliminarUn abrazo.
Ya sería bueno que dejaran a los de abajo y se den fuerte los de arriba, a ver si les duele algo. Muy buenotu micro y muy buena la ilustración de Jualu.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Lo malo sería que se peleen tan fuerte que se nos caiga el cielo encima jajaja. Gracias, Nani. Un abrazo.
EliminarPues podían haber empezado por ahí, en lugar de acabar con todos. Quizás se hubieran divertido más y al menos los demás estarían vivos.
ResponderEliminarQué buena combinación de dibu y texto. Felicitaciones a ambos.
Eso, Yashira. Tenían que haber comenzado pro el final...
EliminarUn abrazo.
Fíjate que me suena este micro, Sara. ¿Puede ser del concurso de Minificciones.com.ar?
ResponderEliminarMe gusta.
Un besote.
Sí, MJ. Era del concurso aquel, que tanto me gustaba. El de la imagen de unos hombres jugando al fútbol con canguros ¿te acuerdas? Este cuento creo que había tenido el segundo o tercer premio ese mes. Me apeteció reeditarlo, y pensé que Juanlu le daría la imagen perfecta. Y aparte hacía tiempo que no le enviaba a él un texto para su libro digital "Colaboraciones".
EliminarUn abrazo.
Me has de perdonar, pero parece un descarado plagio de este otro, "Madre Tierra", publicado el 7 de septiembre de 2010 en la siguiente página: http://derpolingano.blogspot.com.es/2010/09/madre-tierra-cuento.html
ResponderEliminarNadie mejor que tú sabrá que habrá sido, aunque las coincidencias son bastantes.
Un saludo.
Hola Manuel. Este microrrelato lo escribí hace dos años para un concurso muy conocido en su momento en el género del microrrelato "minificciones.com.ar" que lamentablemente ya no existe. Proponían una imagen como inspiración, que solía ser un fotomontaje muy original, lo puedes ver en este enlace:
Eliminarhttp://microrelatosilustrados.blogspot.com.es/2011/05/combate-celestial.html
Yo me basé en esa imagen para escribir el texto, (parece una competición entre humanos y animales) y es lo que me sugirió. Si antes a alguien se le ocurrió algo parecido, pues vale.
Nunca antes había leído ese texto del que hablas, ni conocía ese blog. Por suerte no necesito ir buscando "inspiración" en textos ajenos. Me basta con la mía, y si en algún momento no estoy inspirada, pues no escribo.
Y más descarado me parece acusarme de plagio así, sin más.
Un saludo.