Esto solo sucede en momentos
muy concretos; por eso, cuando perciben que el acontecimiento es inminente, arriban en tropel e invaden el planeta. Millones de seres minúsculos se
diseminan por el mundo para ocupar, en un santiamén, cada uno su sitio. Algunos
escogen África, Asia o Europa; otros se decantan por América, la
Antártida o Australia. Allí aguardan eufóricos e impacientes —como en una
atracción de feria— a que el estudiante haga girar el globo terráqueo.
Me ha encantado ese golpe final, Sara.
ResponderEliminarMe ha sorprendido ver a los seres diminutos, cambiar realmente de tamaño; tenerlos al alcance de la mano.
Muy bien dirigida esa rotación. Un micro original, que mantiene hasta el final la tensión argumental.
Un abrazoooo
Es que tengo un globo terráqueo en la repisa, cerquita de mi escritorio. Y siempre me parece verlos ahí, aburridos, esperando a que alguien los haga girar :-)
EliminarGracias por tu comentario, Amparo. Un abrazo.
Jajaja... y al final terminas girando la bolita y yo esperando que el mundo rotará al revés y que se cayeran los países del globo y que solo quedara agua. Buen giro para sorpresa sel lector y de la lectora que se acerca a tus letras, Sara.
ResponderEliminarUn besote.
Es verdad que al principio parece uno de alienígenas, de grandes catástrofes y del fin del mundo... pero al final todo gira sobre pasárselo bien "rotando" a lo loco (y estudiando, por supuesto).
EliminarUn abrazo, Laura.
Suscribo lo dicho por Petra, Sara. Un micro original y estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muchas gracias, Pedro.
EliminarUn abrazo.
Un microcosmos, que se dice :-) Gracias, Diego. Un abrazo.
ResponderEliminarQue relato más original, me ha gustado mucho.
ResponderEliminar(Al entrar a tu página salta una anuncio de geocities, no sé si lo sabes)
Saludos
Hola Beatriz, qué bien que te haya gustado.
EliminarY gracias por avisarme, no sabía que salía un anuncio con mi página. No lo tengo configurado para que salga, así que no sé como se quita. Ya investigaré :-)
Un abrazo.
Muy bueno Sara, y ese estudiante magistral. Una vez explicando a mi hija en un globo de esos, me preguntó que si los paises de por debajo se caian o por qué no se caían, hoy me lo has recordado.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Jaja, qué bueno. Cuánto nos enseñan los niños con sus preguntas.
EliminarUn beso, Nani.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarQué pena que ya no haya tantos globos terráqueos como cuando yo era pequeña, que creo que estaba en todas las casas.
Es verdad, Luisa, debería de haber uno en cada casa.
EliminarUn abrazo.
Muy simpático y tierno.
ResponderEliminarGracias, Miguelángel. Un beso.
EliminarEstoy mucho tiempo sin venir por aquí y me he quedado sorprendida por la Rotación que aprovechando el título haces de esta historia pequeña pero de grandes dimensiones narrativas. Incluido el final que hasta tiene tintes de reivindicación, a cuántos estudiantes les gustaría girar el globo terráqueo...
ResponderEliminarMe ha encantado, amiga.
Besicos
Gracias, Cabopá. Es que hace tanta ilusión tener el mundo entre las manos :-)
EliminarUn abrazo.