Limpiamente y sin vacilar, la
joven traspasa el agua de un cántaro a otro. No repara en que la tierra que se halla entre sus pies, sedienta, le
pide a gritos que derrame al menos unas gotas.
Toda semejanza con la realidad, no es pura coincidencia. Es tan importante la templanza y el equilibrio, siempre, como a veces un poquito de caos. Un abrazo, Humberto.
La joven de los cántaros hacía un papel en una obra de teatro intercultural e internacional. Hacía de Justicia por el equilibrio hídrico de la humanidad, por lo que ciega y sorda, recibió un aplauso sonoro de todos los que no pasaban sed.
Si me permites. Puede tener tantas lecturas, que opté por esta. Un abrazo y feliz semana, Sara.
A veces es cuestion de escuchar. Perdona por la falta de acento es que mi ordenador esta tarde esta pesado.
ResponderEliminarAbrazos
Escuchar y dejarse llevar un poquito por la intuición y no tanto por la razón.
EliminarUn abrazo.
Y si lo llevamos a la vida real... ¿Cuántas semejanzas!
ResponderEliminarUn beso, Sara.
HD
Toda semejanza con la realidad, no es pura coincidencia.
EliminarEs tan importante la templanza y el equilibrio, siempre, como a veces un poquito de caos.
Un abrazo, Humberto.
La joven de los cántaros hacía un papel en una obra de teatro intercultural e internacional.
ResponderEliminarHacía de Justicia por el equilibrio hídrico de la humanidad, por lo que ciega y sorda, recibió un aplauso sonoro de todos los que no pasaban sed.
Si me permites. Puede tener tantas lecturas, que opté por esta. Un abrazo y feliz semana, Sara.
Claro que tiene múltiples lecturas, literal y metafóricamente hablando :-)
EliminarMuy divertida tu historia.
Un abrazo, Albada.
Buena metáfora este texto.
ResponderEliminarGracias, Miguelángel.
EliminarUn beso.
Siempre vamos a lo que nos conviene sin ver las necesidades del otro.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Así es, Nani.
EliminarUn beso.