domingo, 12 de enero de 2014

En el cielo

      Como en una fiesta sorpresa, se encienden de sopetón todas las luces y ahí están: la gente que quiero, la gente que me quiere. Sus ropajes son extraños, pero eso no importa demasiado. Vienen a guiarme y me siento una más. Es una sensación aún más reconfortante que ser la reina de la fiesta. Vamos todos vestidos igual. Me dicen que volveré, todavía tengo mucho que aprender.
    Me veo en imágenes grabadas en mi mente, recuerdos de pequeños grandes momentos que sumados crean la vida que dejé. Y es terrible comprobar cuánto pude realizar y no hice, cuánta tinta sin gastar. Mi libro es de pocas páginas pero ¿y la calidad? ¿Acaso no importa? Reflexiono. Fue una vida simple pero siempre amé. No hice grandes sacrificios, ni grandes acciones. Supe amar a los demás; tal vez demasiado a mí misma. Fui buena, siempre realicé lo que se esperaba de mí, seguí las tradiciones, las reglas. Tuve todo lo que materialmente se puede pedir.
    Me preguntan qué me traigo conmigo, ya que obviamente lo material aquí se desintegra (si es que realmente alguna vez existió). Rememoro. Tanta gente y solo quiero verlo a él. Me dicen que podremos encontrarnos si planeamos estar juntos de nuevo. Pienso que esta vez fue demasiado fácil compartir el amor con Germán. ¿Y si la próxima nos desencontramos y aprendo a no tenerlo todo?


Podéis ver el vídeo aquí.
Inspirado en un vídeo de  Stéphanie Di Giusto  para la diseñadora  Vanessa Bruno

Este texto participa en los Viernes creativos
de Escribe finoel blog de Fernando Vicente. 

10 comentarios:

  1. Todos esperamos tener una nueva oportunidad, aquí o donde sea, para poder corregir algunas cositas.
    Me encanto esta entrada, tiene la esperanza de necesaria para poder seguir.
    Cariños....

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    1. Es verdad, Oriana. Y que esa esperanza no desvanezca.
      Un abrazo.

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  2. ***y aprendo a no tenerlo todo***
    Que frase a reflexionar y después a poner en práctica cuantas conclusiones llegues a encontrar, no hay que abandonar lo adquirido ...más si aprendes a no querer más y vivir y reeducas el afán , las prisas por obtener "ya" o corto a plazo, y ¿si dejamos que venga , si acaso tiene que venir?

    Interesante para dedicarle tiempo y no olvidar.

    Besos ♥

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    1. Si tomamos nuestra vida como un guión de una película, o como las páginas de un libro, concluiríamos que si en ella no pasa nada especial, si todo viene fácilmente porque es heredado, si al amor lo encontramos a la vuelta de la esquina y con él nos quedamos hasta el final... como vida sería perfecta, quizás, pero como novela sería muy aburrida :-) ¿Y si en el próximo libro de nuestra vida aprendemos que desde el conflicto también se puede aprender a conseguir la felicidad? Una reflexión de tantas...

      Gracias, Tramos. Un abrazo.

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  3. La vida va viniendo sin pedir permiso, sin llamar a la puerta. Por eso quedan tantas preguntas que jamás sabremos resolver. Igual es que la gracia está en eso.

    Un abrazo, Sara. Me ha gustado el vídeo también.

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    1. Sí, la gracia está en eso. Dejar que la vida ruede y a la vez hacerla rodar.

      Un abrazo, Albada.

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  4. Precioso, evocador y evanescente, de final sorpresivo, muy visual... Lo tiene todo.

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    1. ...y a la vez le falta tanto...
      Gracias, Miguelángel. Un abrazo.

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    2. Luego soy yo el que siempre se autoflagela :-)

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    3. jaja. Ya sabes, las inseguridades... :-)

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