viernes, 14 de febrero de 2014

El fantasma de la biblioteca

Se acerca a la estantería de la letra B. Sospecho, con acierto, que también le interesan los libros de Borges. Alargo el brazo para alcanzar “El Aleph”, pero él lo sustrae primero. Me enzarzo entonces en una pelea absurda en la que yo solo atino a dar manotazos en el aire. Me siento ridículo. Sin embargo, aunque hoy la gente abarrota las mesas y los pasillos, nadie me ve. Salvo él, que tras mostrar la tarjeta a la bibliotecaria y enfundarse el abrigo, me sonríe con sorna antes de salir a la calle con el libro bajo el brazo.



2 comentarios:

  1. Una pelea interesante, como poco esto va a acabar en un pique, en una charla de bar, en una amistad, en un amor.... es un principio interesante

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  2. Este lo escribí justamente en la biblioteca del pueblo donde vivo. Solo hay allí dos libros de Borges (El Aleph y Ficciones), y siempre me pasa que voy a la estantería a cogerlos y un día están y al otro no, como si desaparecieran o hubiera otro que, como yo, no puede dejar de leerlos :-)

    Como acaba la historia, no lo sé. Por el momento, "El Aleph" ya no ha vuelto más a la estantería... misterio.

    Un abrazo, Luisa.

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