jueves, 20 de marzo de 2014

Libertad

Este microrrelato (ya publicado antes en este blog)
 ha recibido un accésit en el concurso 100 x 500 de Cuentos para el Andén.

Aquí podéis leer el relato ganador, las demás accésits, y la relación de finalistas. 

Libertad

Esa tarde, al salir de la oficina, Ramiro se encontraba más abatido y tenso que de costumbre, así que decidió volver a casa dando un paseo, callejeando despacio por el barrio viejo de la ciudad. Mientras arrastraba con desgana los pies pensaba en todas esas ilusiones aplacadas con los años, en aquellos anhelos antiguos que las rutinas se habían encargado de domesticar. Como su loca obsesión por volar como los pájaros. Por eso, cuando pasó delante del taller de tatuajes y vio unas extrañas alas tribales que parecían llamarlo desde el escaparate, no dudó en tatuárselas en la espalda, albergando el sueño de que en algún momento se desplegaran. Y así sucedió. Esa misma noche la tinta negra comenzó a emerger de la piel tirante e hinchada hasta cobrar volumen, mientras su dorso crujía y sus omóplatos se crispaban en bruscos espasmos. Debatiéndose entre el dolor y el éxtasis corrió hasta la hondonada para abrir sus brazos al cielo. Entonces, en un último impulso, las alas se desprendieron del cuerpo en el que estaban atrapadas y salieron volando. 





4 comentarios:

  1. Lo primero de todo enhorabuena. El texto me suena, ¿puede ser? Es un relato magnífico, que deja un regusto amargo en la lengua.

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  2. Muchas Felicidades, Sara. No me esperaba un final tan triste, me ha gustado mucho.
    Beso!

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  3. Enhorabuena.
    Pintarse indelebles las alas de los deseos por volar.
    Muy buen texto. De lo mejor que he leído últimamente. El final tan triste lo aúpa.

    Un abrazo grande.

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  4. Recuerdo haberlo leído: es un micro genial.
    ¡Saludos!

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