El unicornio con pico de cisne trotaba por el bosque y, cuando se cansaba, se refrescaba flotando en el lago. Allí fantaseaba con ser algo más que el sueño de una bruja. Lo que no sabía es que los sueños de las brujas son reales; tanto, que son capaces de imaginar que no lo son.
Qué precioso Sara, casi podía verlo.
ResponderEliminarMe alegra que te guste, Artistalight. Un abrazo.
ResponderEliminarBonito micro circular.
ResponderEliminarBesos, Sara.
qué bien paseas por los laberintos
ResponderEliminarGracias, Torcuato y Juanxxi por pasaros por aquí a comentar. Un saludo.
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