-¡Aquello fue irreal, lo que vi esa noche no sucedió de verdad! -me lo repito una y mil veces pero aún así, sigo temblando. ¡Un humano desplazándose por los antiguos caminos! Aquella especie cruel, responsable de que el planeta agonice, lleva miles de años extinguida. A no ser que haya venido del pasado a través de ese portal iridiscente que se formó en el cielo. Estaré delirando. Mi madre está en lo cierto: soy una serpiente voladora con demasiada imaginación.
:-D Imaginación no te falta, Sara.
ResponderEliminar¡Qué bien compensas la dureza del mensaje con la calidez de tu estilo!
¡Precioso!
Un abrazo.
El hombre quizá nunca llegue a conquistar nada y, sin embargo, siempre está a punto de perderlo todo. Si no lo ha perdido ya...
ResponderEliminarSi, mucha imaginación la de la serpiente voladora que fantasea con seres mitológicos extintos.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, el micro mejoraría si no dijeras abiertamente que es una serpiente voladora. "Serpiente voladora" podría ser el título. La frase final podría ser: Mi madre está en lo cierto, tengo demasiada imaginación.
Espero no te moleste esta opinión. Es solamente una perspectiva. El micro tiene mucho potencial.
Besos, Sara.
Gracias, MJ. La imaginación, como la esperanza, es lo último que se debería perder.
ResponderEliminarMuy buena frase, Anónimo.
Agradezco muchísimo tu opinión, Torcuato, y la de todos los que comentan, ya que me ayuda a mejorar. Voy a considerar lo que dices y ver si tengo que darle una revisión al texto.
Un saludo.
Hola, Sara. El micro consigue sorprender, plantear un problema actual en clave de humor. Enhorabuena.
ResponderEliminarLa autora siempre escribe para sus iguales,pero: ¿ Los encuentra ? Hermoso.
ResponderEliminarGracias Luis y El conocimiento... por vuestros comentarios y por la visita. Un saludo a ambos.
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