1) No hay resignación ante el calor, Sara, y se quiere apurar hasta la última posibilidad de soportarlo... 2) La espalda es la sombra del cuerpo, su envés. También es anuncio, anticipación y promesa. Nadie ve la propia espalda que todos los demás pueden impunemente contemplar. Nuestra espalda y su sombra es vista sin que nosotros veamos a quien nos la ve. A traición. Nuestra espalda siempre es de otros, como nuestros gestos y dice más de ellos que de nosotros, porque los demás la contemplan y la completan con la medida de su imaginación. Con la promesa de una sombra fresca, al ver una espalda esperanzadora, adelantarán nuestro cuerpo para ver su haz. Con la sombra asfixiada, apagada y decaída hay quien se mantiene a prudente distancia, espía del reverso de la ilusión, sin atreverse a abrir el regalo por miedo a la insatisfacción...Son pesimistas éstos, con sabor de ceniza en la boca, o soñadores, con abrasadores deseos, o tal vez lleven en el alma un puñado de cicatrices de decepción...
Ay, Amigo mortal. Mi microrrelato parece tan pequeñito ante tus palabras... Y no hablo por la cantidad, sino por la profundidad de ellas. Me quedo con esa "sombra fresca, espalda esperanzadora". Me la llevaré conmigo todo el día. Un saludo.
Je, je. Viene bien este micro para la estación que empieza. El verano en Murcia empieza en primavera. Me alegro por la selección, Sara. Gracias por haber votado por mi micro.
Jeje.
ResponderEliminarEs una idea estupenda para remediar el tremendo calor del verano.
Felicidades.
Un beso.
Condensado al máximo las ideas. Me encanta.
ResponderEliminarSaludos.
Es que ya voy juntando ideas para el verano...
ResponderEliminarGracias, MJ. Otro beso para ti.
Hola, Nómada planetario. Bienvenido.
Gracias por tu comentario. Un saludo.
1) No hay resignación ante el calor, Sara, y se quiere apurar hasta la última posibilidad de soportarlo...
ResponderEliminar2) La espalda es la sombra del cuerpo, su envés. También es anuncio, anticipación y promesa. Nadie ve la propia espalda que todos los demás pueden impunemente contemplar. Nuestra espalda y su sombra es vista sin que nosotros veamos a quien nos la ve. A traición. Nuestra espalda siempre es de otros, como nuestros gestos y dice más de ellos que de nosotros, porque los demás la contemplan y la completan con la medida de su imaginación. Con la promesa de una sombra fresca, al ver una espalda esperanzadora, adelantarán nuestro cuerpo para ver su haz. Con la sombra asfixiada, apagada y decaída hay quien se mantiene a prudente distancia, espía del reverso de la ilusión, sin atreverse a abrir el regalo por miedo a la insatisfacción...Son pesimistas éstos, con sabor de ceniza en la boca, o soñadores, con abrasadores deseos, o tal vez lleven en el alma un puñado de cicatrices de decepción...
Ay, Amigo mortal. Mi microrrelato parece tan pequeñito ante tus palabras... Y no hablo por la cantidad, sino por la profundidad de ellas. Me quedo con esa "sombra fresca, espalda esperanzadora". Me la llevaré conmigo todo el día. Un saludo.
ResponderEliminarJe, je. Viene bien este micro para la estación que empieza. El verano en Murcia empieza en primavera.
ResponderEliminarMe alegro por la selección, Sara.
Gracias por haber votado por mi micro.
Besos.
Gracias, Torcuato. Es un micro ligerito y fresco, pensando en la que se avecina...
ResponderEliminarUn beso.
Magnífico como siempre. Impresionado, una vez más por el amigo mortal. Pero sigo pensando en el del tenedor y el gato. Un besote Sara
ResponderEliminarHe pensado en publicar aquí el del tenedor y el gato, Cormorán, pero se me complica la ilustración...
ResponderEliminarOtro besote para ti.