Más que buena, diría yo, ingenua. Un saludo, Cormorán.
Me encanta que hayas interpretado así el micro, MJ. Auque tiene un doble sentido. El asesino solo estaba usando otra vez esa excusa que tanto le había funcionado siempre para que ella le abriese la puerta: pedirle perdón (con fatales consecuencias para ella). Un abrazo.
El problema es que no deja muy claro el deplorable personaje sobre lo que entiende por inmortalidad. Yo, como mortal y excelente ser, puedo dudar si ingresaré en esa privilegiada orden, pero no tengo reservas sobre mi existencia y mi naturaleza. La muerte,- la pena de muerte -, la gran igualadora...Gran mentira, la muerte no iguala nada, que la llame desde la cárcel cada día que pase en ella, que sufra esa soledad así impuesta. El arrepentimiento, gran mentira, también. Va de nuevo a por ella, a por su alma...
No sabemos que puede pasar allá arriba. Solo sabemos que él busca que la historia se repita, ir a por ella otra vez. Tal vez allá las cosas se vean desde otra perspectiva, y el se vuelva pequeñito e insignificante a los ojos de ella.
Muchas gracias Adivín Serafín, Amigo Mortal y Patricia por vuestros comentarios. Abrazos.
Me hizó gracia cuando lo leí y muy buena ha de ser esa mujer si le abre la puerta. La ilustración igual de cómica.
ResponderEliminarUn sdaludo Sara
Muy buen 'minimicro'.
ResponderEliminarEl arrepentimiento llegó tarde, pero llegó :-)
Un beso.
Más que buena, diría yo, ingenua. Un saludo, Cormorán.
ResponderEliminarMe encanta que hayas interpretado así el micro, MJ. Auque tiene un doble sentido. El asesino solo estaba usando otra vez esa excusa que tanto le había funcionado siempre para que ella le abriese la puerta: pedirle perdón (con fatales consecuencias para ella). Un abrazo.
Y la pobre le abrirá. La historia se repite.
ResponderEliminarBlogsaludos
El problema es que no deja muy claro el deplorable personaje sobre lo que entiende por inmortalidad. Yo, como mortal y excelente ser, puedo dudar si ingresaré en esa privilegiada orden, pero no tengo reservas sobre mi existencia y mi naturaleza. La muerte,- la pena de muerte -, la gran igualadora...Gran mentira, la muerte no iguala nada, que la llame desde la cárcel cada día que pase en ella, que sufra esa soledad así impuesta. El arrepentimiento, gran mentira, también. Va de nuevo a por ella, a por su alma...
ResponderEliminarHabría que saber cómo la mató, por qué y para qué.
ResponderEliminarElla sabrá si le abre o no la puerta...
Me encanta la entrelínea de este micro, Sara!
No sabemos que puede pasar allá arriba. Solo sabemos que él busca que la historia se repita, ir a por ella otra vez. Tal vez allá las cosas se vean desde otra perspectiva, y el se vuelva pequeñito e insignificante a los ojos de ella.
ResponderEliminarMuchas gracias Adivín Serafín, Amigo Mortal y Patricia por vuestros comentarios. Abrazos.
En el fondo la quería. :-P
ResponderEliminarFelicidades por la selección
Besos, Sara.
Espero que ella aprendierá y no le abra la puerta.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Torcuato y Elysa por comentar. Besos para ambos.
ResponderEliminarCreo que, sin más comentarios, no lo estropeo. Expresa muy bien el problema. Muy bueno
ResponderEliminarGracias, Luis. Un beso.
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