Ella se encontraba de pie junto a la ventana;
sus dedos daban golpecitos nerviosos en el alféizar mientras sus pensamientos
saltaban como langostas hacia el vasto jardín. Sorbía el aire despacio,
inspirando el frescor de la mañana empapado en el aroma de las flores. Él se
acercó con su ritmo particular de pantuflas y bastón y, tembloroso, la tomó del
brazo. Juntos caminaron por los pasillos hasta llegar al patio. Allí aguardaron
sentados en un banco hasta ver las rejas entreabiertas y, pasito a pasito, se
fugaron de la residencia.
Magnífico, a pesar de la aparente tristez que pueda suponer el tema. Logras abrirme la mirada de la esperanza.
ResponderEliminarPasito a pasito decidieron fugarse juntos. Tierno Sara.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que el deseo, cuando es auténtico, es una poderosa justificación con la cual no se suele contar.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sabes tú, Sara, las veces que de verdad, intentan fugarse y lo triste que es impedírselo.
ResponderEliminarBesazos desde el aire
Trabajando el dibujo para cienmanos, jejeje
ResponderEliminarUn abrazo!!!!
Ja ja ja a la vejez...viruelas :))
ResponderEliminarBesazos enormes
Gracias, Amando. Cuando en la vejez aflora el amor también se iluminan los ojos y la vida se ve de otra manera...
ResponderEliminarHola, Albada. Pasito a pasito, lentamente pero sin pausa se puede llegar muy lejos.
Amigo mortal: Cuando el deseo es auténtico se acrecientan las fuerzas y la ilusión para continuar.
Rosa: Sé que parece una historia idílica, pero en la realidad tiene que ser muy difícil para los profesionales que cuidan de los ancianos y los familiares.
Hola Juanlu: Acabo de terminar de escribir el primer capítulo (solo estoy dándole vueltas al nombre del protagonista :) y por fin me he sentado ha dibujar algo para mi blog. Más adelante mandaré una propuesta para la cabecera.
Abrazos fuertes para todos.
En la vejez también pasan esas cosas...
ResponderEliminarBesos para ti también, Dani.
Sara, que linda huida. Es muy tierno el relato. Imaginarse a dos enamorados a esa edad y fugándose es enternecedor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un realto enternecesdor Sandra. me encantó.
ResponderEliminarCariños
Sara, bonito texto. Esa puerta abierta es como un canto de esperanza, como un siempre hay tiempo para comenzar. Es cierto, el beso mas importante no es el primero, es el último.
ResponderEliminar"sus pensamientos saltaban como langostas"...magnífico. Perfecta esa cadencia entre la lentitud de sus cuerpos y la rapidez de sus sueños...
Un abrazo.
http://xavierblanco.blogspot.com
Tierno este micro, Sara, y a veces se da, conozco un caso.
ResponderEliminarBesitos
Qué hermoso, Sara! Pudieron fugarse. Claro, si el amor abre todas las puertas.
ResponderEliminarMe encantó.
Y la ilustración está buenísima.
Un abrazo!
Me encantan los viejecitos rebeldes, aunque vuelvan locos a sus familias y a las enfermeras. Me parece una muestra de ganas de vivir, lo cual es muy de admirar a determinadas edades.
ResponderEliminarEn cuanto a Cienmanos, ¿tienes el primer capítulo? ¿sólo dudas en el nombre? Lo entiendo pero... si me lo pasas te ayudo. ¿Como lo ves?
Tal como describes los pasos del anciano no creo que lleguen muy lejos en su huida. Pero lo importante es el intento de libertad.
ResponderEliminarEs muy tierno, Sara.
Besos.
Nicolás: Ellos también se enamoran...
ResponderEliminarGracias, Elise. Besos.
Xavier: "La lentitud de sus cuerpos y la rapidez de sus sueños". Me ha encantado. Cuando envejecemos nos vamos volviendo menos espontáneos, tal vez porque el cuerpo no nos acompaña...
Elysa: Seguro que se da. La realidad a veces supera nuestra imaginación.
Gracias, Ana. Es verdad, el amor es en sí ya una puerta abierta.
Hola Luisa: Esta tarde te envío el primer capítulo, (también a Petra y a los administradores) para que tengáis más tiempo.
Abrazos para todos.
Muy tierno y esperanzador. Un beso. Te leo con frecuencia pero a veces no tengo tiempo de dejar ningún comentario. Siempre me voy de tu blog con una sonrisa en el alma.
ResponderEliminargenial!!!!!
ResponderEliminarHay entrañables azañas como ésta que no tienen edad y que nos has relatado genialmente.
ResponderEliminarBonito dibujo.
Un saludo.
Hola Mar. Digo lo mismo: siempre me paso a leer tus post, pero muchas veces no tengo tiempo de comentar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luisa. ¿Te ha gustado? :)
Gracias Rublo por tu comentario. Un beso.