La mariposa
sentía una inmensa responsabilidad: creía que nada ocurría al otro lado del mundo
si ella no movía sus alas; así que aleteaba frenéticamente, con ímpetu e
ilusión. Un día sintió la necesidad de ver con sus propios ojos los cambios que
producía su esfuerzo y levantó vuelo. A medida que se dirigía hacia el sur se
fue encontrando con tierras más cálidas, más sedientas, más hambrientas y
desfavorecidas. Su lejano aleteo parecía haber sido inútil. Derrumbada y triste
se posó sobre una raquítica rama y lloró. – ¡Para qué seguir intentándolo! –sentenció
abatida, y aquietó sus alas. Cuando cabizbaja miró al suelo y reparó en cómo
trabajaban las hormigas, comprendió que su simple aleteo había sido
insuficiente. Entonces regresó a su hogar, dispuesta a convencer a las demás
mariposas de que debían batir sus alas todas juntas y al unísono para provocar
un gran cambio.
Esta bella ilustración es de Juanlu.
Este microrrelato participa en la propuesta de microrrelatos ecologistas de Luisa.
Es agradable leerlo y aún más saber que participa en la iniciativa de ecomicros. Una mariposa más en la bandada. Precioso. Y la ilustración de Juanlu, fantástica.
ResponderEliminarTe ha quedado muy bien este cuento breve con un trasfondo deliciosamente infantil y ecologista, que no carece, como era de esperar, de una fábula moral.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso cuento, con moraleja de "la unión hace la fuerza" y "tomar interés por lo que pasa Allá". Para que fuese perfecto, habría que ver la forma de combinar el bellísimo batir de alas de las mariposas traducido en ayuda útil para quien padece necesidades vitales. ¿Te atreves a darle un alcance mayor?
ResponderEliminarPreciosas ilustraciones de Juanlu.
Para ambos, un cariñoso abrazo desde 'Poemas del volcán'
aunque en lo de Luisa te dejé mi felicitación, acá te digo que coincido con óscar, ese dejo a cuento infantil te ha quedado de maravillas!
ResponderEliminarPrecioso micro, Sara!
Gracias a ti!!! pena que yo no sepa escribir para que me hagas tu un dibujo.
ResponderEliminarUn abracico!!!!
Vengo de leerlo en casa de Luisa, me ha parecido una belleza, lleno de vitalidad y optimismo. Igual que las ilustraciones de Juanlu.
ResponderEliminarBesitos
Hola Montse. Me hacía mucha ilusión "sumar mi aleteo" a esta gran iniciativa de Luisa, y que Juanlu acompañara el texto con su ilustración.
ResponderEliminarGracias, Óscar. Es cierto que me quedó bastante infantil. Y es que pensé que esa analogía de la mariposa sería muy fácil de captar para ellos. La ecología y la cooperación son conceptos básicos para enseñar a esas edades.
Hola Luis. Tienes razón en que habría que darle un alcance mayor al texto para que no se quede en una mera metáfora y cooperar más activamente :)
Gracias, Patricia. Me apetecía hacer un cuentito que fuese entendible también por niños :)
Hola Juanlu: No hace falta que sepas escribir para que te haga un dibujo. En breve lo tendrás :)
Abrazos a todos!
Hola Elysa. Se me coló tu comentario mientras escribía. Me alegro que te haya gustado mi "otro efecto mariposa". Un beso.
ResponderEliminarQué bueno Sara, me ha encantado :)
ResponderEliminarUn abrazo
Hola llegue aqui tras un largo camino desde el blog de Isabel Barcelo y me ha encantado tu texto que abre la novela. Te deja con un gusto a quiero saber mas, que paso, quien fue, como, cuando donde, etc.
ResponderEliminarMagnifica iniciativa y mejor aun el texto. Felicitaciones.
Felicidades Sara, gran micro. No sé si la pobre podrá hacer mucho, pero seguro que acompañada llegará más lejos.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Ximo. Un beso.
ResponderEliminarHola Alejandra. Vaya paseo que has dado para llegar aquí :) Me alegro que te haya gustado el comienzo de la micronovela. Te invito a que no te pierdas los domingos los siguientes capítulos, ya que se está poniendo muy interesante. Un saludo.
Alberto: Buenas intenciones no le faltan :) Lo has dicho muy bien, acompañados llegamos más lejos. Un beso.