Oye, a ti te hablo; no me ignores otra vez. Estoy aquí, pegado en la
nevera. Soy cuadrado y amarillo, como la esponja con pantalones que me sujeta
con su imán. Tengo un mensaje para ti, pero llevas toda la noche dando vueltas
alrededor del teléfono esperando noticias suyas, sin saber que su móvil está
averiado. Y yo no paro de gritarte desde que él escribió sobre mí:
Sara, hasta que no inventen los posits sonoros estas cosas pueden suceder. Aunque también recomendaría unas buenas gafas para el papá.
ResponderEliminarMe ha gustado esta suplica a ser escuchado de mi amigo el posit.
Un abrazo.
Lo cual me da un vértigo atroz. De lo chistoso del post it hablando a lo fatídico que se huele venir.
ResponderEliminarAbrazos enormes,
P
Genial!! Uno de esto días me va a hablar mi agenda y no entrará en un microrrelato con todo lo que tendrá para decirme...
ResponderEliminarUn abrazo!!
¡Uy, uy! Algo malo se presiente y no tardará en enterarse.
ResponderEliminarMuy bueno, Sara..
Un beso.
Has condensado perfectamente las dos historias - palabra e imagen -: tu imaginación las ha condensado una vez más, según la ley de la condensación de Sara Lew. No puede haber olvido. La lógica de la fantasía del lector - como ya se adivina en los comentarios de nuestros amigos - puede declararse plenamente satisfecha.
ResponderEliminarDel analisis profundo debería desprenderse que la historia se ha nutrido exquisitamente con aportes de diversa procedencia: las palabras, siempre acertadas, el silencio y su significado, los colores con sus parentescos imprevistos que reclaman, lamentablemente, con impotencia, la atención a un inconsciente sin recursos alrededor de un telefono, que también presiona con su callada voz...
Un abrazo fuerte.
No se entendería las palabras sin la imagen y viceversa...Se masca la tragedia.
ResponderEliminarMuy, muy bueno Sara. Enhorabuena!!!
Besos desde el aire
Ese y ya está oscuro final ha alertado hasta al posit.
ResponderEliminarRealmente si hablasen se nos olvidarian menos cosas ;)))
ResponderEliminarBesazos
La preocupación no deja al padre ver más allá. Se masca la tragedia...
ResponderEliminarMuy buena la forma de conectar micro e ilustración.
Imagen y micro aquí están totalmente unidos. Y algo tragico parece que subyace en el fondo de la historia.
ResponderEliminarMuy bueno
Besitos
Espero que no tengan razón los demás y que no ocurra una tragedia. Genial, Sara!
ResponderEliminarEl micro me ha provocado un pellizco en le estómago. Micro y foto impecablemente conjutados para llevarnos al desenlace que no dices pero intuímos. Un beso.
ResponderEliminarEl micro me ha provocado un pellizco en le estómago. Micro y foto impecablemente conjutados para llevarnos al desenlace que no dices pero intuímos. Un beso.
ResponderEliminarNicolás: quizá por eso, porque hay tanta tecnología inventada, no reparamos en el clásico papel pegado en la nevera.
ResponderEliminarPablo: Esta es de esas posibles fatalidades que siempre ansiamos que se queden en un susto.
MJ: Esperemos que, cuando se entere, pueda dar un suspiro de alivio :-)
Amigo mortal: Gracias por tu comentario tan amable y analítico. Me gustó lo de "los colores con sus parentescos imprevistos".
Rosa: Para mí era inevitable que el mensaje estuviese escrito sobre el post it. Aunque ahora, como dices, me doy cuenta que imagen y texto forman juntos el relato, son inseparables.
Montse: Yo creo también que hasta el post it se puso nervioso con lo que presagiaba el mensaje...
Dani: Seguro que pronto inventan uno que hable (o tal vez ya está inventado :-)
Alberto: Es verdad, las preocupaciones nos ciegan...
Elysa: En estos casos lo mejor es pensar en positivo. De momento, el papelito amarillo hace lo posible porque llegue el mensaje.
Gracias, Ana. Esperemos que no.
Mar: Es difícil no ponernos en el lugar de ese padre y sentir su desazón.
Gracias por vuestros comentarios.
Abrazos fuertes!!
Lo mal que lo ha tenido que pasar el pobre padre es proporcional a lo bueno que es tu relato.
ResponderEliminarUn beso
Ana: Si hablasen las agendas, y esos diarios íntimos que guardamos olvidados en los cajones...
ResponderEliminarGracias, Paloma. Lo feliz que se pondrá ese padre cuando encuentre a su hijo sano y salvo es proporcional a la alegría que me dan vuestros comentarios.
Abrazos fuertes!!
Un micro de humor (aparentemente) que rezuma a tragedia.
ResponderEliminarAy!!!!
Abrazos
Je, me gusta tu experimento de texto e imagen.
ResponderEliminarBesos.
Esa foto del post-it está dando unos gritos, que los oigo aquí yo, desde mi casa. Me ha impactado esta foto, Sara. Y el texto que desemboca en ella. Un abrazo
ResponderEliminarLas nuevas tecnologías nos gestionan el tiempo, la vida. Los márgenes se estrechan comprimiendo los deseos, destruyéndolos. Nos guían como a ciegos perdidos hacia un futuro desconocido del que solo tememos lo peor, la oscuridad.
ResponderEliminarFlexibilicémoslos y recuperemos usos antiguos, más cercanos, más humanos.
Saludos Sara
Patricia: Quería jugar un poco con esas apariencias que al final siempre engañan.
ResponderEliminarTorcuato: A veces apetece experimentar un poquito :-)
Francisco: Ese post it grita tanto, que me hace pensar que pasaría si las cosas inanimadas de repente nos hablaran...
Cormorán: Ya estamos olvidando el hábito de escribir a mano. Las pantallas y teclados están ganando la partida...
Abrazos fuertes!!