lunes, 6 de febrero de 2012

Instantáneas de la irrealidad/13


Hoy lunes, un nuevo dibujo. 

¿Os animáis vosotros a regalarle una historia?

Podéis llevaros la ilustración a vuestra casa.




Debajo de la cabecera del blog hay una página nueva. Allí hay un relato bastante más extenso que lo que suelo publicar aquí. Si os apetece y tenéis tiempo para ello, podéis leerlo y dejarme vuestra opinión.


10 comentarios:

  1. Muchas gracias por la ilustración, Sara. Veré si sale algo.
    Preciosa y con un montón de historias dentro, por cierto.

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  2. Regreso con tus ilustraciones Sara y con esas leyendas que crearé para ellas.

    Es muy inspiradora tu imágen, y leeré el relato ¡prometido!.

    Un beso

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  3. Patricia: Gracias. Es verdad que estos dos "pillos" del dibujo andan deseando contar una historia.
    Un beso.

    Laura: Y a mí me alegra mucho tu regreso, sabes que me encantan tus leyendas.
    Un abrazo.

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  4. Fántastico trabajo el tuyo. Ahora ando pillado de tiempo, pero, si propones habitualmente este tipo de retos, seguro que en alguna ocasión te envío alguna chifladura de las mías.
    Un saludo.

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  5. Hola Fernando: Todos los lunes publico una ilustración para que os inspire una historia. Estás invitado. Sírvete la que gustes :-) Un abrazo.

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  6. ¿Significa que puedo tomarla para crear una historia? Si es así, una de tus ilustraciones será el próximo ingrediente para una de mis tacitas de cuento.

    Saludos desde Puerto Rico.

    www.tazadecuentos.blogspot.com

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  7. Hola Melvin: Claro que si. Mis ilustraciones siempre están encantadas de ser el ingrediente de una historia. Voy publicando los textos en la sección "Instantáneas de la irrealidad" de esta misma página.
    Un saludo.

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  8. Qué hermosa ilustración!. Cómo todas las tuyas. Un beso grande

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Nacieron el mismo día en un hospitalucho de los suburbios de Praga. El que fue vendido creció en la opulencia, el otro vivió como pudo hasta que a los trece años abandonó definitivamente la casa. Ambos se convirtieron en viles saqueadores de tumbas, como para corroborar la inmutabilidad de la herencia genética.
    Llegaron a las ruinas exactamente a la misma hora. Juntos por primera vez desde el aquel frío día del nacimiento, treinta y seis años antes.
    El gran parecido era acentuado por el sombrero típico, la vestimenta clara y el revolver a la derecha. No hubo sorpresa, siempre presintieron que había otro.
    Si bien no está demostrado científicamente es sabido que existe una fuerte conexión entre gemelos, tal vez haya sido por esa razón, que aunque hubo un solo disparo, ambos murieron en el mismo instante.

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