viernes, 30 de marzo de 2012

Acción retardada

Me persiguen. Ya identifiqué las salidas, descifré las contraseñas y diseñé las tácticas más adecuadas para la huida. Pero mi mente siempre corre más rápido que mis piernas. Y no me alcanzo.



12 comentarios:

  1. :)) Creo que a tod@s nos ha pasado algo parecido en algun momento de nuestra vida. En mi caso, no por una mente ágil y rápida, sino por un cuerpo demasiado lento.
    Un beso Sara

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  2. Ay, esa manía de conjurar los espejos contra aquel reflejo que nos observa.

    Que hondos de angustia pueden llegar a ser esos momentos donde somos los perseguidores, huyendo.

    La mente siempre es más veloz.

    Abrazos.

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  3. Típica pesadilla en la que nos desesperamos por escapar y nuestras piernas parecen de cemento.
    ¡Abrazo!

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  4. Querida Sara:

    El dolor es un misterio universal e inevitable que sobrecoge y desconcierta al ser humano...

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  5. Una huida francamente desesperante, en la que la mente vuela más deprisa que el cuerpo. Si existiera la traslación cibernética, esta pesadilla sería un cuento de abuelitas a la luz de la hoguera.

    Besos Sara.

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  6. Y puede ser algo desesperante, sí. Lo has contado muy bien.

    Besitos

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  7. Eso es lo que me pasa a mí. Es lo que tiene ser torpe de cuerpo.
    Abrazos, Sara.

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  8. A muchos nos pasa lo de no poder alcanzar a nuestra mente, con nuestras acciones. O pensar más rápido la historia de lo que nuestros dedos sean capaces de teclearla.

    Gracias por vuestros comentarios, y disculpad que no os respondo uno a uno como siempre, pero se me ha roto el ordenador y este me lo han prestado por un ratito :-)
    Abrazos para todos.

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  9. Así vamos siempre con la mente por delante, muchas veces demasiado deprisa, la ansia nos come. Me ha gustado. Hasta pronto!

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    1. Hola, Entintades. Qué alegría verte por aquí.
      Con nuestra mente siempre llegamos primero, el problema es que tardamos en darnos cuenta de que no nos hemos movido nunca de nuestro lugar...
      Besos.

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  10. Pues volemos con la mente, que es mucho más interesante que estar aferrado a un cuerpo.

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