“Habrá
que cortarlo en trocitos” se dijo al intentar embutir aquel voluminoso cuerpo
en una maleta. Se disponía a proceder, serrucho en mano, cuando oyó golpes.
Mientras corría la cortina de la bañera donde reposaba fláccidamente el cadáver
pensó que sólo habían pasado cinco minutos desde que le dieran el encargo, y
que era imposible cumplirlo en tan poco tiempo. Se encaminó temeroso hacia la
puerta. Al abrir entró el asesino, que no dudó en dispararle al comprobar que
no había acabado el trabajo. Lo acompañaba un nuevo ayudante. Éste debía
deshacerse rápidamente de esos dos cuerpos si no quería ser el tercero.
Genial entonces y ahora. Conozco tan bien tu obra...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Le di un repaso y le lavé la cara, inspirada en tu comentario de entonces. Ves, yo también te recuerdo :-)
EliminarUn abrazo, Amigo mortal.
En definitiva, todo es una cuestión de rapidez...
ResponderEliminarMe gustó pensar en una larga cadena de cuerpos que se amontonan en la bañera.
Un beso, Sara.
HD
Tal parece que será así, teniendo en cuenta las exigencias tan difíciles de cumplir del "jefe".
EliminarUn abrazo, Humberto.
Ja,ja,ja...El sábado estuve viendo la película sobre Hitchcock y claro cómo, no la escena de la ducha tan archifamosa...
ResponderEliminarBesicos
Aquella escena clásica de terror tenía su punto de elegancia. La mía es mucho más burda jajaja.
EliminarUn abrazo, Cabopá.
Sí también pensé en Psicosis al leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Si es que pelis como esas acrecientan las fobias. Hay quién ha dejado de ducharse por esa película jajaja.
EliminarGracias Mei por pasarte a leer.
Besos.
Si no somos diligentes, nos quitan del medio. Me gustó Sara.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Así es en todos los trabajos... Por eso hay que cuidarse de trabajar con un asesino :-)
EliminarUn abrazo.
Mucha prisa debe darse. Muiy buen relato.
ResponderEliminarBesicos muchos.
¡Gracias! Un abrazo.
EliminarMe encanta el dibujo!!! y la historia, es de esos micros que hay que leer de principio a final, hasta el título cuenta.
ResponderEliminarUn besazo!
Ni matar y descuartizar se puede tranquilo...
ResponderEliminarUn abrazo, Sara.
Ufff, qué momento. Genial, Sara.
ResponderEliminar¡Saludos!
Buf! psicosis en la cabeza y demasiados muertes potenciales....
ResponderEliminarBuen relato breve Sara,
un abrazo.
Otro tipo de "encargo en cadena". Qué nervios!! Eso sí que es presión en el trabajo, y lo demás son tonterías...
ResponderEliminarUn besoooo, Sara.
Estrés hasta para los asesinos en serie. Al paso que vamos los trabajos van a estar plagados de errores.
ResponderEliminarMuy bueno.
Abrazos dobles.
Si es que las interrupciones hacen que todo sea un caos. Ni matar y descuartizar se va a poder hacer ya tranquila y pausadamente.
ResponderEliminarUn abrazo, pero sin cortinas en ducha alguna.
Eso sí que es trabajar con presión.
ResponderEliminarDesde luego que están mal las cosas que hasta los asesinos se cargan al servicio.
ResponderEliminarEl relato me ha gustado, pero el dibujo, el movimiento de la cortina, el color que has escogido me ha ENCANTADO.
Un beso