De repente caí atrapado en un torbellino de pestañas y pupilas encendidas; y cuando reparé en que aquellos ojos negros traían consigo ese ocaso que se cierne sobre los cuerpos y oscurece el alma, poco pude hacer. Yo ya había anochecido en ellos.
Certero. Como ha de ser un relato brevísimo. Directo al centro y a la médula. Siempre me impresiona (me cuesta lo breve)como con tan pocas palabras puede fundarse un mundo. Cae una atrapada, de tanto en tanto, en la mirada crepuscular de la existencia. Gracias Sara por tu cercanía. La valoro! Mi abrazo!
Nada más impreciso y amorfo que u sentimiento. ¿ Cómo tratar con precisión estados del alma complejos o indecisos ? Trabajando el lenguaje como lo haría un poeta. El lenguaje es en tales casos, si no preciso, que no lo tolera el sentimiento - un torbellino de pestañas y pupilas encendidas - sí exacto - " ojos negros ", " ocaso ", " oscurece el alma ", " había anochecido en ellos " -. Supongamos que hablamos de amor. No como enamoramiento o decisión de uno, sino como estado de ánimo percibido por el sujeto y aceptado con más resignación que disfrute. Indolencia que libera del peso de tener que elegir. Pasividad sin dolor, que recibe sin pedir y acepta sin tener que devolver. Supongamos que hablamos de la vida, de la existencia, de su decadencia, su declinación, simbolizado en unos ojos negros. No es tristeza de lo que se acaba ni melancolía por el pasar del tiempo; es serenidad ante el " ocaso ", calma sin agitación - " poco pude hacer " -. Y vamos viviendo, mientras no morimos...
Los relatos así de breves, en especial los poéticos, son como un suspiro hecho palabra. Por eso dicen tanto, porque no son fruto de la reflexión (aunque ésta venga después). Gracias a ti, Eva, por leerme y por hacerme disfrutar cuando te leo. Un abrazo.
Gracias, Patricia. Me encantaría poder comentar en tu blog, pero solo puedo hacerlo cuando los comentarios salen en ventana emergente o como anónimo (en tu blog no me sale esta opcion). Que sepas que siempre te leo. Un beso grande.
Hola Amigo mortal. Es impresionante como sabes llegar al "alma" de los textos, como los desgranas y los analizas. Me encanta. Como tú dices, serenidad ante lo inevitable. Saber que el amor nos puede llevar al dolor, pero de todas maneras seguir amando. Un fuerte abrazo.
Certero. Como ha de ser un relato brevísimo. Directo al centro y a la médula. Siempre me impresiona (me cuesta lo breve)como con tan pocas palabras puede fundarse un mundo. Cae una atrapada, de tanto en tanto, en la mirada crepuscular de la existencia. Gracias Sara por tu cercanía. La valoro!
ResponderEliminarMi abrazo!
La precisión de la buena narrativa fundida a la belleza poética: extraordinario, Sara!
ResponderEliminarTe lo agradezco, descansa el alma al leer un micro tan bien escrito.
Abrazos admirados
Nada más impreciso y amorfo que u sentimiento. ¿ Cómo tratar con precisión estados del alma complejos o indecisos ? Trabajando el lenguaje como lo haría un poeta. El lenguaje es en tales casos, si no preciso, que no lo tolera el sentimiento - un torbellino de pestañas y pupilas encendidas - sí exacto - " ojos negros ", " ocaso ", " oscurece el alma ", " había anochecido en ellos " -.
ResponderEliminarSupongamos que hablamos de amor. No como enamoramiento o decisión de uno, sino como estado de ánimo percibido por el sujeto y aceptado con más resignación que disfrute. Indolencia que libera del peso de tener que elegir. Pasividad sin dolor, que recibe sin pedir y acepta sin tener que devolver.
Supongamos que hablamos de la vida, de la existencia, de su decadencia, su declinación, simbolizado en unos ojos negros. No es tristeza de lo que se acaba ni melancolía por el pasar del tiempo; es serenidad ante el
" ocaso ", calma sin agitación -
" poco pude hacer " -.
Y vamos viviendo, mientras no morimos...
Los relatos así de breves, en especial los poéticos, son como un suspiro hecho palabra. Por eso dicen tanto, porque no son fruto de la reflexión (aunque ésta venga después). Gracias a ti, Eva, por leerme y por hacerme disfrutar cuando te leo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Patricia. Me encantaría poder comentar en tu blog, pero solo puedo hacerlo cuando los comentarios salen en ventana emergente o como anónimo (en tu blog no me sale esta opcion). Que sepas que siempre te leo. Un beso grande.
Hola Amigo mortal. Es impresionante como sabes llegar al "alma" de los textos, como los desgranas y los analizas. Me encanta. Como tú dices, serenidad ante lo inevitable. Saber que el amor nos puede llevar al dolor, pero de todas maneras seguir amando. Un fuerte abrazo.
Yo ya había anochecido en ellos.
ResponderEliminarPerfecta frase final.
Besos, Sara
Es inevitable, Torcuato, cuando nos atrapa el crepúsculo, anochecemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Somos siempre víctimas de algo. Incluso de nosotros mismos
ResponderEliminar