El niño
salta, salta, salta y da una voltereta. Salta, salta, salta haciendo cabriolas
en el aire. Salta, salta muy alto. Salta sobre las nubes esponjosas de sus
sueños. Salta, pero las nubes resultan ser de lluvia y se precipita. Cae, cae,
cae como infinitas gotas de agua. Cae interminablemente y mientras cae, todo lo
humedece, todo lo empapa. Cae pesadamente y se despierta. Otra vez él y su
colchón amanecen mojados.
Qué modo más original de describir la enuresis! Y cuando están despiertos les pasa poco más o menos: les cuesta horrores dejar de jugar para ir al cuarto de baño.
ResponderEliminarQué buen final. Y qué precioso texto. Otra vez es casi un poema. Mérito, hacerle un poema al pipí, con el coraje que nos da tener que lavar las sábanas y dejar que se seque el colchón. Magia con las palabras, es lo que haces.
ResponderEliminarLográs una maravilla de un hecho feo y cotidiano.
ResponderEliminarSimplemente, un encanto
Abrazos
Es verdad, Montse. Si están a gusto o concentrados en algo, se olvidan de ir al baño. Por suerte mi niño es de los que se aguantan toda la noche :) Un saludo.
ResponderEliminarHola Elisa. Admito que me ha quedado bastante poético, aunque parecería que el tema no amerita para ello. Es lo que pasa cuando me pongo a escribir sin saber lo que finalmente saldrá...
Un abrazo.
Es que en lo cotidiano está lo maravilloso, Patricia. En esas pequeñas cosas que engrandecen la vida.
Abrazos.
Lo peor es el despertar, mientras sueña no importa esa humedad. Lo has escrito muy bien.
ResponderEliminarBesitos.
Sara que bien narrado un acto tan habitual de los niños pequeños y que a los padres los vuelve locos, no veas luego para limpiarlo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esa metáfora con las nubes.
Un abrazo.
Mientras duerme no se entera, Elysa. Salvo en esos "mensajes" que se cuelan en el sueño y que le avisan de lo que está por suceder. Aunque cuando se despierta, ya es demasiado tarde.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Nicolás. Son momentos en que adoro tener una lavadora :)
Un abrazo.
Es hermoso. Casi todos tus microrrelatos lo son, casi todos contienen iluminaciones extraordinarias. Quién sabe si no estás inventando una buena cantidad de técnicas para poner en movimiento palabras e imágenes...
ResponderEliminarUn beso.
Sara:
ResponderEliminarCon tus textos me haces repensar y valorar la magia de la creatividad. Muy bueno.
Besos.
Gracias, Amigo mortal por tus hermosas palabras. Poner en movimiento palabras e imágenes es lo que más me gusta, aunque muchas veces no lo consiga :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que mis textos te hagan reflexionar, Humberto. Lo mismo puedo decir de tus estupendos relatos.
Saludos.
Hola, Sara. Este texto es una preciosidad. Me encanta.
ResponderEliminarUn besazo.
Un texto lleno de alegría infantil, de sueños que solo los niños logran, esos que se pierden en la madurez cuando la realidad no nos deja soñar. El despertar nos trae a la realidad que antes de dormir tememos, que era solo un sueño. La consecuencia de ese sueño, muchas veces, nos avergüenza. La sociedad obliga. Sigamos soñando y dejando que cada cosa llegue a su tiempo.
ResponderEliminarPrecioso relato Sara. Un besote
Gracias MJ. Un besito.
ResponderEliminarMi hijo siempre se pone a saltar sobre el colchón antes de dormir. Y por eso se me ocurrió este "sueño" infantil. Gracias por tu comentario, Cormorán. Un saludo.
Hermoso texto, muy poético. Me provoca mucha ternura.
ResponderEliminarBeso grande desde Argentina :)