jueves, 12 de enero de 2012
Fugaz
Ella
aparece y luego se esfuma en cuestión de segundos; por eso es tan difícil
verla, tocarla y más aún, atraparla. Sin embargo, después de años en vela a la
espera de su visita, lo conseguí. Aunque ahora no me animo a abrir el baúl
donde la encerré, porque temo que se escape lo único que me queda de ella: su
último suspiro antes de desaparecer.
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Que pena me da, anoche le leí a mi niña un cuento que trataba un poco lo mismo, un emperador enjaulaba a un pájaro que cantaba maravillosamente, obviamente la tristeza le llevó a no cantar más.
ResponderEliminar...en este caso es triste pensar que lo último que te queda de ella es un suspiro...
Y ahora que la tiene dentro del baúl ¿qué más quiere?
ResponderEliminarPara el posesivo nada es suficiente.
Un beso, Sara.
Creo que si es un suspiro de amor, valió la pena. Ellos sabrán el motivo del desencuentro.
ResponderEliminarSi es un deseo posesivo, prefiero pensar que ella estará respirando en otro lado.
Querida Sara, todos estamos ocupados. En mi caso estos últimos 3 días estuve muy atareada con el concurso de Minificciones (Triple C). No me debés ninguna explicación. Seguro nos leeremos siempre. Besos!
Un suspiro...ojalá se pudiese atrapar...
ResponderEliminarO un beso,una caricia...
Sigo pensando en porqué es el último que guarda ese baúl.
Sara, muy bien narrado y detallado, dejando un hala de misterio. Creo que adivinar que puede ser una musa la que tiene encerrada.
ResponderEliminarMe gustó. Un abrazo.
Ese tipo de obsesión es peligrosa, mantenerla presa es de lo más egoísta. Y mira que te ha quedado con un puntito romántico el micro.
ResponderEliminarUn saludo.
El micro expresa a la perfección esa fugacidad que intenta atrapar. Las cosas más fugaces son siempre las más bellas y anheladas. Un beso Sara.
ResponderEliminarJuanlu. No se puede atrapar la belleza, ni el amor, ni el canto de un pájaro... como dices, la alegría no perdura enjaulada...
ResponderEliminarUn beso.
MJ: Una vez tiene lo que quiere, como dices, buscará algo más que poseer.
Patricia: Hay cosas que, por mucho que queramos, no se quedarán con nosotros. Intentar atraparlas es como querer agarrar el aire con las manos...
Byron: Ella, así como aparece, desaparece. Por eso él sabe que en un abrir y cerrar de ojos dejará de estar en el baúl. Ese último suspiro es lo que él anhela retener.
Nicolás: Una musa o la misma inspiración... Sí, en ello pensaba cuando escribí el texto :-)
Alberto: Es que el romanticismo no quita el egoísmo...
Mar: La juventud, la belleza, el garbo y la buena salud... efímeros todos y tan anhelados!!
Abrazos fuertes!! y gracias por dejar vuestros comentarios!
...no lo abras jamás, nos basta con saber que está ahí... hasta el baulito es sugerente...
ResponderEliminarJams: Este es mi "baulito", donde guardo mis cuadernos, y en sus cajones mis lápices. Allí dentro duerme la inspiración. Y a menudo abro la tapa y la dejo salir, para que ella escoja si quiere volver...
ResponderEliminarYa estoy pensando en el bosque. En breve te enviaré mi cuento...!!
Un saludo.
No se puede atrapar la inspiración, ni tratar de enrejarla en métodos o reglas :)
ResponderEliminarBesos.
Hola,
ResponderEliminarMe ha parecido precioso...
Aunque me suele gustar más huir de la melancolía :)
Te propongo alguna lectura al respecto en:
http://josearnedo.blogspot.com/search/label/Alain
Espero que te guste! (la idea es también presentar ideas de una forma muy breve)
Enhorabuena de nuevo, un saludo,
Jose
Puede tener muchas lecturas. Fíjate, a mí me parecía un desquilibrado mental, enamorado de la que ha atrapado por fin.
ResponderEliminarAbrazos.
Ximo: La inspiración, si se encierra, deja de fluir...
ResponderEliminarArnedo: Gracias por la visita. Yo he disfrutado esta tarde de tu blog, muy interesante y enriquecedor leerlo. Un abrazo.
Miguel Ángel: Lo he dejado abierto a muchas lecturas. Siempre tendemos a querer atrapar lo que se nos escapa...
Abrazos!!