sábado, 23 de marzo de 2013

El precio

Era una tormenta perfecta. Olas gigantescas arreciaban la embarcación, que se hundía sin remedio. El capitán se aferró al timón con fuerza y, mirando implorante hacia las alturas, formuló un deseo. El barco izó las velas y comenzó a volar al tiempo que un avión se estrellaba en el agua.  



16 comentarios:

  1. Pues como el avión sea de viajeros... perdemos todos, por mucho que él gane.

    Sorpendente final

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    1. Así es, Rosa. Unos ganan y otros pierden.
      Un abrazo.

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  2. Un deseo egoísta, como casi todos. Lo difícil es que se cumpla pero tu protagonista tiene suerte, mucha suerte.

    Me ha gustado mucho. Saludos

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    1. Yo me imagino que la suerte, como la magia, siempre tiene un precio...
      Gracias, Beatriz. Un abrazo.

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  3. Una forma muy radical de darle la vuelta a la situación.

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  4. Maneras de dar la vuelta y maneras de pedir con el deseo de que se cumplan las súplicas. Dicen quie la fe mueve montañas.
    Besicos muchos.

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    1. ¿Sabría el capitán del precio que tendría su deseo? De todas maneras tendrá que sobrevivir con eso...
      Un abrazo.

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  5. Cuánto me ha gustado Sara. Eres maga.
    Precioso.

    Besos.

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  6. Excelente.

    Parece el juego de un niño, pero el micro está cargado de profundidad. Del azar puede decirse sólo una cosa: que suele ser cicatero.

    Un abrazo.

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    1. Juro que ayer respondí a tu comentario. Y hoy no lo veo. Bueno, decía que sí, que la suerte suele ser mezquina. Algo te da al tiempo que algo te quita.
      Un abrazo, Amigo mortal.

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  7. Son magníficos tus relatos, Sara.
    Siempre consiguen sorprenderme.
    Un abrazo en prosa ( o dos).

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    1. Gracias, Kayla. Me alegro que te sorprendan.
      Un abrazo.

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  8. ¡Qué buena mezcla de fantasía con realidad!
    Genial, Sara. ¡Saludos!

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